¿Por qué ir a la iglesia?
En un momento en el que prácticamente todo el mundo tiene acceso a internet, ¿de qué sirve ir a la iglesia? En la mayoría de lugares del mundo puedes ver un culto en directo (streaming) de cualquier rincón recóndito del mundo. ¿Por qué me molesto en vestirme, tomar la Biblia e ir a la iglesia después de una larga semana de clases o trabajo?
Una razón genial se encuentra en Heb. 10: 22-25. El autor de este libro anima a aquellos que son seguidores de Dios a acercarse a él con corazones genuinos y cuerpos lavados con «agua pura» (vers. 22). En los versículos 24 y 25 va incluso más allá: «Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca». ¿Lo entiendes?
Dios desea que vivamos en comunidad, animándonos unos a otros. ¿Por qué es esto tan importante? Porque nos necesitamos los unos a los otros. Las personas que deciden seguir a Jesús no son libres de ir simplemente a su aire. Dios nos llama a animarnos e inspirarnos mutuamente, a apoyarnos unos a otros en un mundo que es, a menudo, hostil con la fe espiritual.
Jesús instruyó a los líderes de la iglesia primitiva para llevar el evangelio al mundo. Dios quiere trabajar a través de nosotros mientras servimos a otros y compartimos su amor y su mensaje de salvación. Dios ha creado un grupo especial de personas y las ha entregado como mensaje para salvar a las personas en este funesto mundo. Quiere que formes parte de este grupo. Nos ha confiado una misión increíble. Pero esto no es todo.
¿Sabías que ir a la iglesia es bueno para tu salud también? Hay estudios que muestran que las personas que van a la iglesia regularmente tienen sistemas inmunes más fuertes, presión arterial más baja y menos estrés. También viven más tiempo que aquellos que no van. Pero estar allí solamente no lo es todo. Si te involucras activamente en lo que ocurre en la iglesia, los beneficios son incluso mayores. La iglesia crea e intensifica vínculos en nuestra vida espiritual, la parte más importante de la existencia humana. Pero hay una razón más por la cual deberías ir e involucrarte. Cuando lo hagas, estarás siguiendo un patrón que Jesús dejó.
Lucas 4: 16 dice: «Vino a Nazaret, donde se había criado; y el sábado entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer». Para Jesús, las reuniones religiosas eran tan importantes que no solamente asistía, sino que participaba activamente. Sigamos su ejemplo, y seamos parte del cuerpo de Cristo (1 Cor. 12: 12-31; Efe. 4: 4-16).