Orígenes: ¿De dónde vengo?

En el Salmo 139: 14, David escribió: «Te alabaré, porque formidables y maravillosas son tus obras; estoy maravillado y mi alma lo sabe muy bien». El milagro que representa el cuerpo humano llenó a David de asombro y fascinación. ¡Y este hombre nunca oyó hablar del microscopio!

El origen de la vida es un misterio que continúa desafiando a la ciencia. Cuanto más aprendemos sobre las complejidades de la vida, más complicado nos resulta. Un área de estudio especialmente compleja es la reproducción sexual.

El gen responsable de la producción del esperma, conocido como Boule, es tan vital que los evolucionistas creen que su función se ha mantenido intacta a través de la evolución histórica. El gen Boule parece ser único y absolutamente necesario para producir esperma, por lo que tuvo que existir y funcionar correctamente desde el principio.

David también escribió: «Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre. [...] Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos» (Sal. 139: 13, 16, CST)

En algunos aspectos, el cuerpo humano se asemeja a una línea de montaje automático que requería a alguien muy inteligente para programarlo todo. Considera estos ejemplos:

Proverbios dice: «El oído que oye y el ojo que ve, ambos igualmente ha hecho Jehová» (Prov. 20: 12). Al igual que toda la creación, su complejidad da testimonio de un Maestro Diseñador, contradiciendo la mutación aleatoria y la selección natural.