El conflicto cósmico
Incontables guerras se han propagado por todo nuestro mundo. Pero la madre de todas las batallas, la que encendió toda la violencia del mundo, es el conflicto cósmico entre el bien y el mal. La Biblia usa el término «Señor de los ejércitos» en muchas ocasiones porque Dios es el defensor de su pueblo contra las fuerzas del mal.
El conflicto cósmico es un tema frecuente en la Biblia. Apocalipsis 12: 7-9, uno de los relatos inspirados más clarificadores de tal controversia, apunta que «hubo una guerra en el cielo», y que el dragón (Satanás) y sus ángeles fueron vencidos y lanzados a la tierra.
A través de varios textos, la Biblia revela el motivo del conflicto cósmico (Lucifer/Satanás quería conquistar el trono divino y ser adorado como Dios), sus consecuencias (la aparición del pecado, la guerra en el cielo, la expulsión de los ángeles malvados a la tierra), los pasos dados por Dios (plan de salvación) y el resultado (juicio y destrucción de los ángeles rebeldes y de sus seguidores en el futuro).
Mientras que el conflicto es principalmente de naturaleza espiritual y moral, se lleva a cabo en el mundo real. Se refleja en los grandes acontecimientos de la historia y en la vida diaria de cada ser humano. En última instancia, toda muerte, sufrimiento e injusticia es el resultado de esta guerra. Incluso las buenas personas como Job sufren, algunas veces sin razón (Job 2: 3). Seguro que tú has experimentado los efectos de este conflicto en tu vida. Todos tenemos cicatrices en nuestros cuerpos y en nuestras almas.
Las estrategias del diablo para tomar represalias y vencer a las personas incluyen la decepción, la manipulación, la seducción, los falsos milagros, la intimidación y la persecución (Gén. 3: 1-5; Juan 8: 44; Efe. 6: 11; 2 Tes. 2: 8-12; Apoc. 12: 9). El apóstol Pablo usó la analogía de la armadura de un soldado romano para enfatizar la protección completa que necesitamos. Para ser victoriosos, el creyente debe llevar el cinturón de la verdad, la coraza de la justicia, el evangelio de la paz, el escudo de la fe, el casco de la salvación y la espada del Espíritu, siempre con oración (Efe. 6: 12-18).
Algunos teólogos ven el gran conflicto como el tema unificador de las Escrituras. Aunque los eruditos de la Biblia han propuesto varios temas centrales, tales como el concepto del reino de Dios, el amor divino e incluso el plan de redención, el tema del conflicto cósmico es, de hecho, un buen candidato.
En esta guerra, el enemigo intenta distorsionar el carácter amoroso del Creador, retratándolo como injusto, tirano y vengativo. Por eso, muriendo en la cruz, Jesús reivindicó a Dios y mostró quién es él y cómo actúa. La cruz reveló que Dios es justo y el que justifica (Rom. 3: 26), un padre maravilloso que puede ser definido como «amor» (1 Juan 4: 8).
Si estás en Cristo y usas las armas del cielo, nada puede separarte del amor de Dios y nadie puede evitar tu victoria (Rom. 8: 31-39). Podrás ser más que un ganador, un superhéroe de la guerra cósmica. Y lo mejor de todo, un día muy pronto, Dios destruirá el mal (Apoc. 20: 10) y el universo conocerá de nuevo la paz.