¿Quiénes son los ángeles?

¿Ángeles?

¿En serio?

¿Seres que están en la misma categoría que los duendes, hadas y gnomos?

En realidad no. Tal vez los seres humanos nos hemos inventado todos esos seres ficticios porque sentimos que no estamos solos en el universo. La Biblia confirma que no estamos solos en el cosmos. Vivimos en un universo habitado. Además de seres humanos, las Escrituras describen otra categoría de seres llamados «ángeles». Son tan reales como nosotros. Son especialmente inteligentes, altamente sensibles e increíblemente hermosos. Y aquellos que han seguido a Dios procuran ayudarnos tanto como pueden.

Entonces, ¿qué sabemos sobre los ángeles? Mucho, en realidad. Aquí tienes diez fascinantes datos bíblicos sobre los ángeles:

  1. Los ángeles «cantaron a coro» cuando Dios creó el planeta Tierra y la raza humana, lo que significa que existían antes de que Dios nos hiciese a nosotros (Job 38: 4-7).
  2. Un ángel llamado «Lucifer», que alguna vez ocupó un alto cargo en la estructura gubernamental celestial, abusó de su libertad. Se rebeló contra Dios, tergiversó el carácter divino y consiguió llevar a un tercio de los ángeles a rebelarse contra Dios (Isa. 14: 12-14; Eze. 28: 11-19; Apoc. 12: 3-12).
  3. Los ángeles son muchísimos. Hay una innumerable compañía de ángeles (Heb. 12:22). Millones de ángeles rodean el trono de Dios, listos para llevar a cabo misiones de misericordia de parte de Dios en favor de los seres humanos (Dan. 7: 9-10, Eze. 1).
  4. Los ángeles viajan entre el cielo y la tierra en actividades al servicio de Dios (Juan 1: 51; Heb. 1: 14).
  5. Hay ángeles que son enviados a responder nuestras oraciones (Dan. 10: 12).
  6. A veces ángeles buenos aparecen en forma humana e interactúan con nosotros (Heb. 13: 2).
  7. Tanto los niños como los adultos tienen ángeles de la guarda (Mat. 18: 10; Sal. 91: 11).
  8. Los ángeles no tienen género y no se «casan» (Mat. 22: 30).
  9. Hay ángeles encargados de impedir que los asuntos mundiales se salgan de control (Apoc. 7: 1-4).
  10. Y, finalmente, los ángeles observan con expectación e interés la manifestación del misterio del amor de Dios para con nosotros y cómo él nos salva por su gracia (1 Ped. 1: 12).